La costumbre de polarizar los vidrios del auto está muy difundida en el país, donde varios usuarios lo prefieren por varios motivos, entre los que se encuentran estética, seguridad y protección del calor. Sin embargo, estos argumentos pueden ser erróneos y afectar seriamente a la seguridad.

Sabemos que este es un tema que va a despertar polémica y por ello decidimos utilizar la información que proveyeron las pruebas y análisis del especialista en seguridad CESVI ubicado en Argentina.

 

Calor

Para este examen, CESVI Argentina utilizó dos Citroën C4 Lounge del mismo color, uno con los cristales originales y otro con los vidrios polarizados. Ambos vehículos fueron dejados a la sombra, y después se los expuso al sol durante una hora del mediodía, con cielo despejado y temperaturas que superaban los 30°C. Las temperaturas registradas cada 5 minutos por los sensores fueron las siguientes:

 

Visibilidad

El polarizado reduce la cantidad de luz que puede pasar por el vidrio, si este valor es muy alto podemos ver menos a través de ellos, o sea, se reduce la capacidad de detectar obstáculos, peatones y otros vehículos, en resumen, se disminuye la seguridad de conducción.

Para evaluar las diferencias entre un cristal normal y otro polarizado, CESVI Argentina envió al Instituto Nacional de Tecnología Industria (INTI) ocho muestras de vidrio con diferentes láminas que se ofrecen en el mercado para que midiera el porcentaje de luz que las atraviesa.